martes, 22 de marzo de 2011

VAYA SEMANITA: Las relaciones entre profesores y alumnos hoy en día



Con este 'divertido' video quiero invitarlos a realizar un balance del trabajo realizado hasta el momento durante el desarrollo de la asignatura...

lunes, 21 de marzo de 2011

La invención del Tercer Mundo Construcción y deconstrucción del desarrollo - Arturo Escobar

Apuntes descriptivos del capítulo 5: Poder y visibilidad. Fábulas de ambiente campesinos, mujeres y medio

Por:   GABRIEL RUEDA DELGADO

IDEAS COMUNES A LAS TRES FABULAS

La mirada objetivizante del desarrollo ha introducido desde los años 70´s a nuevos clientes en el espacio de la visibilidad del desarrollo: los campesinos, las mujeres y el medio ambiente. La desarrollización de los campesinos, las mujeres y el medio ambiente tuvo lugar de modo común en los tres campos, como reflejo de la existencia de las regularidades discursivas existentes. Pero la producción de nuevos discursos no es un proceso unilateral; por el contrario, puede crear condiciones para la resistencia.

El estilo de trabajo del BM frente al desarrollismo es un discurso que enmarca a la gente en ciertas coordenadas de control. La intención no es simplemente disciplinar a los individuos sino transformar también las condiciones en las cuales viven en un ambiente social normalizado y productivo. En últimas introducir la modernidad.

En otras palabras producir, o perecer.

La redistribución de la economía de las visibilidades, articulada alrededor del dualismo entre tradición y modernidad se halla en juego en las apuestas de desarrollismo del campesino, las mujeres y el medio ambiente.


Los conceptos de desarrollo utilizados en el Tercer Mundo, reflejan las relaciones estructuradas e institucionalizadas del poder. Se trata de un mecanismo de producción de la verdad más que de un mecanismo de represión y en últimas garantizan un cierto funcionamiento del poder… Sería está claro, tarea de los padres blancos introducir al bondadoso pero atrasado pueblo del Tercer Mundo en el templo del progreso. … que es a su vez un concepto universalmente válido y no demarcado por la cultura y la historia.


La importancia del BM en el Tercer Mundo proviene en parte del propio volumen de préstamos pero también se explica bastante a través de una serie de prácticas como la cofinanciación, asistencia recíproca, clubs de donantes, entre otras. Su aprendizaje de los problemas de un país se realiza a través de la lente de la economía neo clásica, la única compatible con su modelo predeterminado. El impacto del BM hay que subrayar, sobre pasa los aspectos económicos. Esta institución debe considerarse como un agente del imperialismo cultural y económico al servicio de la élite global.

Como las representaciones de los conflictos bélicos por los medios masivos, el aparato del desarrollo enmarca a los campesinos, las mujeres y la naturaleza en una tecnomirada que “encarna las posiciones no demarcadas del hombre y de lo blanco (Haraway 1988). El aparato permite a los otros ser vistos, pero sin prestar atención a lo que dicen.

Las narrativas de la planificación y la administración, presentadas siempre como “racionales” y “objetivas” son esenciales para los expertos del desarrollo.  En esta narrativa, los campesinos, las  aparecen como el indicador semi humano y semiculto contra el cual el mundo euro americano mide sus logros

Lo global se define de nuevo de acuerdo a la percepción del mundo compartida por quienes lo rigen.

La acumulación y la reproducción ampliada del capital, también exigen la acumulación de discurso y culturas, esto es, su creciente normalización…. Las condiciones de producción no son transformadas solo por el capital, tienen que ser transformadas en y a través del discurso

El trabajo científico puede producir conocimiento que contribuya a las causas e intereses populares. Los movimientos sociales, los interlocutores, y los activistas, tienen la oportunidad de crear discursos en los cuales las problematizaciones de la alimentación, el género y la naturaleza no quedan reducidas a otro problema mas del desarrollo a otro capítulo más en la historia de la cultura económica.

IDEAS PARTICULARES.

Los campesinos eran vistos en términos puramente económicos “tratando de subsistir en las áreas rurales” y no tratando de mantener viable toda una forma de vida. El discurso del desarrollo rural repite las mismas relaciones que definieron al discurso del desarrollo desde su nacimiento: el hecho de que el desarrollo tiene que ver con el crecimiento, el capital, la tecnología y la modernización.

Los estudios de la lucha campesina ene l contexto de estrategias como el DRI desarrollo rural integrado, se han centrado en la política de tenencias de tierras y en las rebeliones abiertas para tener y recuperar tierras. A pesar de la importancia de este aspecto debe tenerse en cuenta que la resistencia campesina refleja algo más que la lucha por la tierra y las condiciones de vida; se trata sobre todo de una lucha por los símbolos y los significados, de una lucha cultural… los regímenes capitalistas debilitan la reproducción de las formas de identidad socialmente estimadas.

En resumen la mujer ha sido la “agricultora invisible” o para ser más precisos organizada mediante técnicas que consideran solamente su papel como reproductora. .. el desarrollo ha practicado “la agricultura para el hombre y la economía del hogar para la mujer”. El patriarcado modernizado esconde también el hecho de que el trabajo no remunerado o mal pagado de las mujeres ha proporcionado gran parte de la base de la modernización.

Un último aspecto del efecto de las estrategias del desarrollo económico en relación con las mujeres se refiere a la relación entre géneros y la cambiante división internacional del trabajo… una nueva estrategia de acumulación basada en la reproletarización y la desindustrialización del desarrollo en el norte y el desplazamiento de ciertas actividades al sur. .. la feminización de la fuerza de trabajo continúa en algunas industrias ligadas a esquemas de desarrollo.

El resultado serían políticas públicas con una perspectiva de género que no subordinen el “empoderamiento” de la mujer  a las metas de productividad. Es cuestión de asegurar que las diferencias biológicas dejen de implicar subordinación de género.

El informe Bruntland dio origen a la ecocracia global, en donde se enfatiza en la gestión (extender la lógica gerencial y empresarial privada) en el desarrollo sostenible de tal suerte que podamos usar la naturaleza como recurso natural del cual debemos sacar el mayor provecho. Los ecologistas liberales y ecodesarrollistas no parecen percibir el carácter cultural de la comercialización de la naturaleza y la vida inherente a la economía occidental, ni toman con seriedad los límites culturales de muchas sociedades han puesto en la producción indiscriminada… “una sana ecología, es buena economía”.

La bio tecnología la bio diversidad y los derechos de propiedad intelectual representan un nuevo giro en el discurso del desarrollo sostenible.

Mediante un nuevo proceso de privatización (del agua, la selva los bosques por ej etc), resultado en primer lugar de un cambio en la representación, aspectos antes no capitalizados dela naturaleza y la sociedad se vuelven, en si mismos, inherentes al capital. Se convierten en stocks de capital.
En el capital ecológico moderno, una “condición de producción” se define como todo lo que se trata como bien económico aunque no sea producido como bien según las leyes del valor y del mercado. la fuerza de trabajo, la tierra, la naturaleza, el espacio urbano y así sucesivamente encajan en esta definición.

El movimiento del desarrollo sostenible es un intento fuerte, tal vez nunca antes presenciado desde el auge de las ciencias empíricas, para resignificar la naturaleza, los recursos, la tierra, y la propia vida humana.

domingo, 20 de marzo de 2011

La ética protestante y el espíritu del capitalismo - Max Weber

Síntesis Capítulo I: Los fundamentos religiosos del ascetismo laico

Por: JULIÁN BAUTISTA


La sociología la define Weber como la ciencia que procura entender comprensivamente la acción social (mentada, pensada) para explicar el curso de dicha acción y sus efectos. De allí que se denomine a esta corriente como la sociología comprensiva ya que opera desde modelo típicos ideales, abstraídos de la “realidad”, a la manera de construcciones referenciadas y caracterizadas desde comportamientos regulares (frecuentes) de los individuos, las instituciones y los estamentos, entre otros.

El cálculo racional de la utilidad en las transacciones es decir la ganancia, entre otras obtenida por la emergencia de la “contabilidad moderna” y todo lo anterior operado entre el empresario y el jornalero libre en el escenario del capitalismo industrial burgués y su organización racional del trabajo “libre”, es en donde, para Weber, se sucede el espíritu del capitalismo. Ahora todo lo anterior, obtendría una posible explicación en la ética.

Los contenidos fundamentales de esta parte pueden resumirse en los siguientes numerales:

1.    A pesar de que el luteranismo asumió la profesión-vocación como una de sus fundamentos, es en las otras sectas (calvinismo, metodismo, pietismo y los baptistas) en donde se concreta el ascetismo ascético.
2.    El objetivo en esta parte es indagar por los elementos de la doctrina que afectan directamente la conducta práctica de los individuos en la actividad económica y es en el calvinismo, principalmente, en donde observa dichas prácticas en la raíz de las enseñanzas de esta doctrina.
3.    Son tres principios básicos del calvinismo que destaca en el análisis Weber: primero, la doctrina según la cual el universo es creado para glorificar a Dios; segundo, sólo se pueden conocer fragmentos de la verdad divina que Dios les revela y; tercero, y muy clave en este análisis la creencia en la predestinación, es decir, la creencia en que solo unos pocos son escogidos para conseguir la gracia eterna. Estos principios no los puede cambiar el hombre.
4.    Bajo lo anterior, la salvación correspondía a cada persona, no involucraba directamente en esta creencia ni a la iglesia, ni a los sacramentos, ni a los clérigos. Aquí radica la diferencia más importante con el luteranismo y el catolicismo.
5.    Lo que provoca esta lógica en los creyentes es que, primero, cada individuo debía considerarse un elegido, segunda, que la intensa actividad en el mundo, es el medio más apropiado para desarrollar y mantener esta necesaria confianza en sí mismo. De ello que la realización de “obras buenas” se considerase como un signo de elección, no en el sentido de merecer la salvación, sino para disolver las dudas sobre la misma salvación.
6.    La relación de esta ética religiosa con la riqueza es que ésta se sanciona solo si se acumula y usa para mantener un modo de vida perezoso y relajado. El calvinismo exige de sus fieles una vida coherente y de disciplina, con lo cual se salta la posibilidad del pecado y del arrepentimiento y de la remisión del pecado a la confesión católica (este no es necesario y por lo cual la iglesia está en la persona misma). Así el trabajo es lo más valorado éticamente bajo la figura de la profesión-vocación, tomando el trabajo de una manera metódica, como un instrumento de Dios. De ello que cuando las ganancias materiales se adquieren por medio del cumplimiento ascético del deber profesional, no solamente son toleradas, sino recomendadas moralmente, lo que para Weber define más una influencia psicológica que lógica en el actuar ascético del calvinismo.
7.    Los orígenes del espíritu capitalista deben buscarse, entonces, en la ética religiosa que se desarrolló en el calvinismo, sobre la racionalización de la conducta sobre la base de la idea profesional.
8.    Weber establece una relación entre el origen del capitalismo, desde las formas de protestantismo ascético y los estratos sociales de la economía. Por ejemplo, dice que el pietismo que exalta la humildad y renuncia, estaba más difundido entre empleados medios, mientras que el calvinismo influía más directamente sobre los empresarios y dirigentes.
9.    Una conclusión podría ser que si los puritanos, desde su Fe religiosa, escogieron deliberadamente trabajar en una profesión, el carácter especializado de la división capitalista del trabajo obliga al hombre moderno a hacerlo así.
10. Su hipótesis central consiste en demostrar que la instrumentalidad moral del espíritu del capitalismo es parte del tronco de la ética religiosa de Calvino y del concepto de profesión-vocación en el mundo, concepto por medio del cual el protestantismo rompió con el ideal monástico del catolicismo, es decir, pasa la Fe de la iglesia y monasterios al mundo ordinario.
11. Finalmente, Weber pretende demostrar que la racionalización de la vida económica, como característica del capitalismo moderno, está vinculada a opciones valorativas irracionales.

Poder, derecho y clases sociales - Pierre Bourdieu

Síntesis:  Capítulo 2   Sobre el Poder simbólico

Por: JULIÁN BAUTISTA

El poder simbólico es en efecto ese poder invisible que solo puede ejercerse con la complicidad de quienes no quieren saber lo que sufren o que incluso lo ejercen (2001; 88).
Los sistemas simbólicos como estructuras estructurantes. Estructura que implícitamente forma y crea consensos (interpelan).
Los sistemas simbólicos como estructuras estructuradas. Los sistemas estructurados como condición de inteligibilidad. Este poder es un producto de conocimiento y comunicación y ejerce poder gracias a que son símbolos estructurados, es decir, fruto de un proceso de construcción social en la que se crea la realidad sobre la cual se forman los consensos. “los símbolos son los instrumentos por excelencia de la integración social, hacen posible el consensus sobre el sentido del mundo social, que contribuye fundamentalmente a la reproducción del orden social; la integración lógica es la condición de la integración moral” (2001; 92).
Las producciones simbólicas como instrumentos de dominación. Al contrario que el mito, producto colectivo o colectivamente apropiado, las ideologías se sirven de intereses particulares que tienden a presentar como intereses universales, comunes a la totalidad del grupo. Esta dinámica opera gracias a la legitimación del orden establecido a partir de unas distinciones también legítimas.
“Este efecto ideológico lo produce la cultura dominante disimulando la función de división bajo la función de comunicación: la cultura que une (medio de comunicación) es también la cultura que separa (instrumento de distinción) y que legitima las distinciones obligando a todas las culturas (denominadas como subculturas) a definirse por su distancia respecto a la cultura dominante” (2001; 93).
La segunda síntesis puede ilustrar mejor estas definiciones:
El poder simbólico “es en tanto que instrumentos estructurados y estructurantes de comunicación y conocimiento, como los sistemas simbólicos cumplen su función política de instrumentos de imposición o de legitimación de la dominación, que contribuyen a asegurar la dominación de una clase sobre otra (violencia simbólica) suministrando el refuerzo de su propia fuerza a las relaciones de fuerza que los fundan y contribuyendo, así, según las palabras de Weber a la domesticación de los dominados” (2001; 94).
Instrumentos de dominación estructurantes…la función del discurso dominante es imponer la aprehensión del orden establecido como natural a través de la imposición enmascarada de sistemas de clasificación y estructuras mentales objetivamente ajustadas a las estructuras sociales (…) el efecto propiamente ideológico consiste precisamente en la imposición de sistemas de clasificación políticos bajo las apariencias legítimas de taxonomías filosóficas, religiosas, jurídicas, etc. Los sistemas simbólicos deben su propia fuerza al hecho de que las relaciones de fuerza que se manifiestan en su seno solo se expresan ahí bajo la forma desconocida de relaciones de sentido (2001; 98).
Finalmente, para este capítulo Bourdieu, establece que el poder simbólico reside en y por una relación determinada entre quienes ejercen el poder y quienes lo sufren, es decir, en la estructura misma del campo donde se produce y reproduce la creencia (2001; 98). El poder simbólico es producto de relaciones de poder anteriores, éste solo causa un efecto directo o indirecto sin gasto de energía, ya que el símbolo es legítimo y aceptado sobre una base de creencias y ordenamientos naturales y, podríamos decir, normales.

Poder, derecho y clases sociales - Pierre Bourdieu

Síntesis Capítulo 1: El derrumbe de la heterodoxia y su legado

Por: JULIÁN BAUTISTA

Inicia refiriéndose al oligopolio científico de algunos profesores estadounidenses en torno de un consenso de lo que debería ser el cuerpo unificado de la sociología, en contra de lo que debería ser el campo de debate constante de la ciencia, es decir, aquel que no solo permite sino que se sostiene en las confrontaciones “despiadadas”. Para ello establece la distancia que existe entre lo que se considera como teoría y lo que se denomina investigación empírica, es decir, la pareja epistemológica de teoría (escolástica)-metodología (empirista positiva) considerada a la manera más de un ritual mágico que de una estructura de corte científico riguroso.
“Paradójicamente, bajo esos aires de rigor absoluto se evita a menudo la crítica de los conceptos utilizados y de las operaciones más fundamentales de la investigación, como los procedimientos de codificación de los datos y la elección de las técnicas estadísticas de análisis” (2001; 66).
Se ocupa de examinar críticamente el llamado discurso teórico, en tanto, mostrar “cómo la atención exclusiva a los métodos de recogida de datos y a los procedimientos de análisis que promueve la concepción dominante de la ciencia, entraña o favorece una suerte de ceguera en las operaciones, a menudo inconscientes, de construcción del objeto de la investigación” (2001; 68), ya que permite referirse a las escuelas de élite, a la reproducción de una clase dominante.
Lo que genera lo anterior es que al replegarse el análisis teórico y empírico a una escuela en particular o a unas redes institucionales aceptadas, se destruye el objeto mismo que se pretende aprehender, es decir que se sostiene un status quo académico, a partir de definir ortodoxamente y sobre esta definición a priori, intervenir los objetos de estudio.
Frente a lo anterior dice Bourdieu que “una realidad social, sea agente o institución, se da tanto más fácilmente, proporciona tanto más fácilmente lo que llamamos datos, cuanto más completamente aceptamos tomarla como tal como ella se presenta” (2001; 70).
La ciencia social debe romper con las preconstrucciones del sentido común, esto es, con la realidad tal como ella misma se presenta… de ajustar los datos a las necesidades de la construcción científica. Es uno de los obstáculos mayores el que existe entre la obediencia estricta a las reglas de la buena conducta científica y las verdaderas virtudes científicas. Aquí reside buena parte de su crítica.
Más allá de las falsas antinomias de las ciencias sociales
Las antinomias construyen la realidad social o mejor construye los instrumentos  de construcción de la realidad social: teorías, esquemas conceptuales, cuestionarios, conjuntos de datos, técnicas estadísticas. Definen lo visible e invisible, son a la vez descriptivas y evaluativas, en donde una de las opciones es considerada como la buena, impiden también la interdisciplinariedad ya que oponen disciplinas (da diversos ejemplos sobre esto, particularmente sobre la división en denominaciones teóricas marxistas, weberianos, etc., a la manera de rituales míticos.
Esta suerte de apelación a las antinomias las denomina Bourdieu como una forma de apelar a mentes rígidas, dogmáticas. Una de las antinomias más populares es la de objetivismo-subjetivismo.
Frente a esto plantea la propuesta de desarrollar un análisis de un sentido práctico como un arte social, en donde se introduce la categoría de habitus (naturaleza socialmente construida), en su investigación sobre la distinción en donde “el sello distintivo de la distinción naturalizada se da cuando aparecer distinguido es lo mismo que ser uno mismo (2001; 83).
El campo y el habitus como propuesta frente a la ortodoxia, consiste en captar lo esencial de la acción social requiere de la objetivación participante: para llevar a cabo no solo la objetivación del obejto de estudio, sino también la objetivación del objetivador y de su mirada, del investigador que ocupa una posición en el mundo que describe y en el mundo científico en el que se lucha por la verdad del mundo social.


miércoles, 16 de marzo de 2011

La invención del Tercer Mundo Construcción y deconstrucción del desarrollo - Arturo Escobar



Síntesis: Capítulo II
Por: Nadya González Romero


   El desarrollo avanzó creando    “anormalidades”
(como “iletrados”, “subdesarrollados”, “malnutridos”,
“pequeños agricultores”, o “campesinos sin tierra”),
 para tratarlas y reformarlas luego. 81

Como discurso, el desarrollo
es, por lo tanto, una formación histórica muy real, pero articulada
alrededor de una construcción artificial (“subdesarrollo”) y
sobre una cierta materialidad (las condiciones denominadas como
“subdesarrollo”), que deben ser conceptualizadas en forma distinta
si se quiere cuestionar el discurso. 99



En este capítulo, Escobar describe cómo surge y se consolida el discurso del desarrollo a propósito de la problematización que se hizo de la pobreza en los años de la segunda posguerra.
Lo social emergió en el siglo XIX como campo de conocimiento e intervención y se consolidó en forma de estado benefactor  en el siglo XX. En sus inicios este campo ya incluía un conjunto de técnicas de ‘trabajo social’ que actuaban sobre aspectos como la pobreza, la salud, la educación, la higiene, el empleo, la baja calidad  de vida en pueblos y ciudades. Todos éstos  se convirtieron en problemas sociales que debían ser tratados y para ello eran necesarios conocimientos amplios acerca de las poblaciones y formas apropiadas para la planeación social.   Con esto surge  lo que  Williams, (2973:104, a través de Escobar. 50) llama una ‘clase separada constituida por los pobres’.  A partir de ello se constituyó una serie de aparatos de conocimiento y poder con los cuales se buscaba,  en apariencia,  ayudarles a cualificar su vida;  esto sólo se podría hacer desde la idea de su modernización.  Según Escobar ‘La historia de la modernidad, de este modo,  no es sólo la historia del conocimiento y de la economía; de modo revelador, es la historia de lo social.’(51)
Alrededor de la problematización de la  pobreza que se hizo  desde finales de la segunda guerra mundial, se originaron nuevos discursos y prácticas  tendientes a moldear una nueva realidad.  La pobreza fungió como elemento organizador en virtud del cual se creaba un Tercer Mundo que por naturaleza era pobre, desvalido, ignorante, necesitado, en pocas palabras subdesarrollado.  A esos pobres sólo se les podía ayudar a través de del crecimiento económico y el desarrollo. Estos últimos se convirtieron en verdades universales, evidentes y necesarias.
La pobreza concepto  organizador
En el proceso de  desarrollización del Tercer Mundo,  fue clave  la  forma como se aplicó medidas destinadas a  la erradicación de la pobreza que se presentaban  como necesarias e indispensables para el mismo orden mundial. En esta dinámica, los países de América Latina. Asia y África terminaron dibujados en un campo semántico  compuesto con términos como Tercer Mundo, Pobres, subdesarrollados etc. i.e. un régimen de representación constituido por un discurso y unas prácticas concretas. Para ilustrar el origen de esta estrategia. Escobar acude a los escritos emanados de una misión económica  que realizó el Banco Internacional de Reconstrucción  y Fomento en Colombia  en 1949, la cual  buscaba formular un plan general de desarrollo para este país ya creado como subdesarrollado.    Muestras de usos discursivos específicos ilustran, por ejemplo,  cómo se justifica la intervención a través de un plan de desarrollo integral en el que la economía se pone como elemento determinante: 'Sólo mediante  un ataque generalizado a través de toda la economía sobre la educación, la salud, la vivienda, la alimentación y la productividad puede romperse decisivamente el círculo vicioso de la pobreza, la ignorancia, al enfermedad y la baja productividad...'53.  El autor llama la atención sobre el tono con que se evoca la idea de  salvación, el cual incluye un  elemento mesiánico presentado con un fervor religioso que de por sí gana gran poder performativo alrededor  de la idea  de que sólo existe una única vía posible de salvación,  el desarrollo; y de que somos inmensamente afortunados por cuanto ya Occidente tiene la medicina:  "Afortunadamente, las herramientas adecuadas    para semejante tarea (ciencia, tecnología, planeación, organizaciones internacionales) ya han sido creadas y su efectividad ha sido  probada mediante experiencias exitosas en Occidente. Además, las herramientas son neutrales, deseables y universalmente aplicables." 54

La estrategia de desarrollo se convirtió en el instrumento para normatizar el Tercer Mundo; de hecho, en ese mismo documento se  ofrecía una serie de  prescripciones  sobre metas y objetivos cuantificables, necesidades de inversión, criterios de diseño, metodologías y secuencias temporales. 53. Con lo anterior se pone en evidencia el sistema de representación sustentado por el informe; se habla en términos humanitarios, libertarios, pero en el fondo lo que buscaba era establecer y asegura el control  de los países y sus recursos.  El tipo de desarrollo promovido se fundaba en las ideas occidentales de  progreso y curso normal de evolución para los países  occidentales.   

Dentro de los factores que dieron forma al discurso del desarrollo menciona el autor:
   La necesidad de nuevos mercados y campos de batalla.  Entre 1945-2955 se consolidó la hegemonía estadounidense en el sistema capitalista mundial. Aunque su prioridad era la reconstrucción de Europa,  se vio la necesidad de expandir el mercado a América Latina,  para la búsqueda de materias primas baratas  para respaldar el potencial industrial de sus multinacionales. Con el plan Marshall se realizó una acción histórica pues se trataba supuestamente de ayudar a Europa sin ánimo de lucro alguno, pero en realidad era una estrategia para transferir a Europa productos que allí se necesitaban. Muy por el contrario, la ayuda al Tercer Mundo era muy poca.  A éste se le impuso  privilegiar el  capital privado, domestico y foráneo, para asegurar su control; "Al Tercer Mundo se le pidió que privilegiara el capital privado, doméstico y foráneo, lo que implicaba crear “el clima adecuado”, incluyendo un compromiso con el desarrollo capitalista y el control del nacionalismo, la izquierda, la clase trabajadora y el campesinado."
   La guerra fría. El desarrollo era la principal estrategia para promover  la rivalidad característica de la guerra fría; también los intereses militares se  implicaban porque  ligadas a las estrategias de desarrollo vinieron las doctrinas de seguridad nacional. El sistema que genera conflictos e inestabilidades está estrechamente ligado a los que generan el subdesarrollo.  Con esto vino también el cuento del anticomunismo; el desarrollo económico como forma para combatir el comunismo traspasó los límites de los académicos y militares, llegó a las oficinas gubernamentales.
   La pobreza e ignorancia como objetos de estudio para justificar el control de poblaciones (superpoblación). Todo esto evidenció un nuevo tono de las discusiones académicas en las que temas como la relación entre el conocimiento económico  y el aumento de la población  eran discusiones fundamentales.   Los discursos sobre población  se reorganizaron en los campos científicos  de la demografía, la salud pública, y la biología de poblaciones. En palabras de Escobar  'Cobra forma una nueva óptica de la población y de los instrumentos científicos y tecnológicos para su manejo cobraba  forma'72
   La promesa de la ciencia y la tecnología como fuerzas vitales en asocio con el capital.
   La tecnología fue teorizada como aquella que aumentaría el progreso y le daría dirección y significado.  Algo así como una fuerza moral  que operaría creando una ética de la innovación, la producción y el resultado. De esta manera contribuía a la extensión de los ideales modernistas. Se priorizó  la idea de transferencia tecnológica sin tener en cuenta los factores sociales y culturales que influirían en ese proceso.  La tecnología se consideraba neutral, benéfica por sí,  y no se dejaba ver su función como instrumento para la creación de órdenes sociales y culturales.
         Otros discursos que influyeron en la consolidación del desarrollo como régimen de representación: el discurso del comunismo,  el etnocentrismo, el patriarcado.
 
   1945-1955 Surgimiento
   Aunque ya se habían hecho intentos de desarrollización[1], el discurso del desarrollo surge en realidad  a comienzos de la segunda posguerra; a partir de este momento, el carácter de las relaciones entre  países ricos y pobres cambió drásticamente;  se consolidó en pocos años una estrategia  totalmente nueva  para enfrentar 'los problemas de los países pobres', toda ella de alcance global e integral. Antes de 1945 no existían términos como subdesarrollo, Tercer Mundo, etc.; éstos aparecieron como conceptos de trabajo durante el proceso en el que Occidente se redefinió a sí  mismo y al resto del mundo. Ya a comienzos de los 50 estas nociones, junto con las de naciones industrializadas libres, naciones  comunistas industrializadas, naciones pobres no industrializadas, correspondientes a Primer, Segundo y Tercer Mundo,  se habían implantado firmemente funcionando ya como articuladoras de un régimen de representación geopolítica  - aún funcionan de esa manera a pesar de que  el Segundo Mundo ya desapareció.
                                                                                                                        

El desarrollo como discurso – régimen de representación
El desarrollo empieza a funcionar como discurso;  creó  un espacio de intervención en el cual sólo ciertas cosas podían decirse e imaginarse. A esta altura se pregunta Escobar ¿Como relacionarlo con los  acontecimientos técnicos, políticos y económicos que lo rodearon?  ¿Cómo se convirtió en régimen de representación?
 En primer lugar, este se basa en una serie de creencias que se instalan en las personas:   
  • que la modernización  era la única  fuerza capaz de destruir supersticiones y relaciones arcaicas, aún  a costa        de lo social, lo cultural y lo político.
  •  que las únicas rutas para llegar a la modernización eran la industrialización y la urbanización;
  •  que el progreso social , cultural y  político se producirían sólo a partir del desarrollo material.
  •  Ergo, la inversión de capital era lo fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo.

Así, el desarrollo de los países pobres sólo se lograría  a través de grandes suministros de capital  pues sólo así podrían  obtener la infraestructura necesaria  para la industrialización y la modernización. La modernización se impuso como meta; se impuso la estrategia para alcanzarla y se obligó a los países a trabajar en función del  capital. Toda una logística para imponer el capital que tendría que provenir del ahorro. Pero como eran pobres, les faltaba capital.  No tendrían más remedio que acudir al capital del extranjero. ¿Necesitan capital? Se le tiene…

   Elementos fundamentales de la teoría del desarrollo
1.       Elementos como
·          el proceso de formación de capital y sus diversos factores como tecnología, población y recursos, política fiscal y monetaria, industrialización y desarrollo agrícola, intercambio y comercio
·         factores culturales como la educación  ante la  necesidad de fomentar los valores culturales modernos, crear instituciones  para desarrollar esas labores (Banco Mundial y FMI, agencias técnicas como las Naciones Unidas, oficinas de planificación:
2.       Red de Relaciones:  “Para entender el desarrollo como discurso es necesario mirar    no a los elementos mismos sino al sistema de sus relaciones recíprocas. Es este sistema de relaciones el que permite la creación     sistemática de objetos, conceptos y estrategias; él determina lo que    puede pensarse y decirse. Dichas relaciones –establecidas entre    instituciones, procesos socio-económicos, formas de conocimiento, factores tecnológicos, etcétera– definen las condiciones bajo las    cuales pueden incorporarse al discurso objetos, conceptos, teorías y  estrategias. Es decir, el sistema de relaciones establece una práctica     discursiva que determina las reglas del juego: quién puede hablar,     desde qué puntos de vista, con qué autoridad y según qué califica   ciones; define las reglas a seguir para el surgimiento, denomina   ción, análisis y eventual transformación de cualquier problema,     teoría u objeto en un plan o política." 21
3.       Criterios de autoridad, en virtud de los cuales se establece ¿quiénes definen los objetos y analizan los problemas.  He ahí el rol de los expertos, personas con  los conocimientos  y competencias  necesarios, de instituciones  como las Naciones Unidas con la autoridad moral, profesional,  y legal,  y de organismo financieros internacionales que simbolizaban el capital y el poder.
4.       Mecanismos de organización: se identifica los mecanismos de la organización del desarrollo sobretodo en  el ámbito de la profesionalización de su conocimiento y la institucionalización de sus prácticas.  La profesionalización es uno de los mecanismos que lo convierten en fuerza real y activa. Están estructurados en formas de conocimiento y de poder y  se estudian en términos de la forma como se institucionalizan y profesionalizan.

La profesionalización del desarrollo
“…se refiere básicamente al proceso mediante el cual el Tercer Mundo es incorporado a la política del conocimiento especializado y de la ciencia occidental en general. Esto se logra mediante un conjunto de técnicas, estrategias y prácticas disciplinarias que organiza la generación, validación y difusión del conocimiento sobre el desarrollo, incluyendo a las disciplinas académicas, a los métodos de enseñanza e investigación, a los criterios de autoridad y a otras diversas prácticas profesionales. En otras palabras, los mecanismos a través de los cuales se crea y mantiene una política de la verdad y que permiten que ciertas formas de conocimiento reciban el estatus de verdad. Esta profesionalización se efectuó mediante la proliferación de ciencias y subdisciplinas del desarrollo, facilitando la incorporación progresiva de problemas al espacio del desarrollo, dando visibilidad a los problemas de un modo congruente con el sistema de conocimiento y poder establecido.”

La institucionalización del desarrollo:

“La invención del desarrollo implicaba necesariamente la creación de un campo institucional desde el cual los discursos eran producidos, registrados, estabilizados, modificados y puestos en circulación. Dicho campo está íntimamente ligado con los procesos de profesionalización; juntos constituyen un aparato que organiza la producción de formas de conocimiento y la organización de formas de poder, interrelacionándolos”

Subjetividades subdesarrolladas

Con la creación de un sinnúmero de instituciones se ha generado una red de poder desde la cual se vincula a las gentes y a las comunidades a la producción económica y cultural y desde la cual se promueven los comportamientos y racionalidades propios del desarrollo. Ese trabajo social institucional no ha sido ‘un esfuerzo inocente en nombre de los pobres’ sino la muestra más fehaciente del triunfo del desarrollo pues evidencia la efectividad de sus estrategias de control de poblaciones a la hora de  integrarlas, administrarlas  y controlarlas.  Para implantar el desarrollo se tuvo que crear la idea de aldeas subdesarrolladas; un rasgo fundamental del dispositivo del desarrollo es la creación de las sociedades del  Tercer Mundo como “países menos desarrollados” –igual que la construcción de Colombia como “subdesarrollada” por parte de la misión del Banco Mundial en 1949–…”  (James Ferguson 1990 a través de Escobar p.  90).  A través de este artificio, se crean imágenes y metáforas para hacer ver al occidental como el que es en apariencia neutral, que sabe y tiene el poder  y al ‘otro’ como el pobre, ignorante, desvalido, incapaz, al cual hay que salvar y esto funciona tan bien, que mina las subjetividades de aquellos.  Así,  la cultura del desarrollo actúa al interior de las culturas locales y a través de ellas; más que un choque de dos sistemas culturales, es ‘una intersección que crea situaciones en las cuales las personas empiezan a verse de ciertas maneras… Surgen nuevas formas de ubicación social’ (Pigg 1992)

Conclusiones
El subdesarrollo se elevó como sujeto de tecnologías políticas para su erradicación  pero que en la  realidad lo multiplicaban y expandian.  En el marco del DISCURSO DEL DESARROLLO se creó una visión de la vida social  como objeto de manejo racional, la cual se debía confiar a los profesionales del desarrollo quienes se encargaban de diseñar mecanismos y procedimientos para la integración de las sociedades al modelo social de la modernidad.  Esas premisas básicas desde las cuales se empezó a entender el Tercer Mundo siguen teniendo vigencia:
“El desarrollo supone una teleología en la medida en que propone que los “nativos” serán reformados tarde o temprano. Sin embargo, al mismo tiempo, reproduce sin cesar la separación entre los reformadores y los reformados, manteniendo viva la premisa del Tercer Mundo como diferente e inferior, y de sus pobladores como poseedores de una humanidad limitada en relación con el europeo culto. Esta construcción cultural de la gente del Tercer Mundo como diferente pero inferior tiene profundos efectos políticos. El desarrollo requiere un perpetuo reconocimiento y supuesta eliminación de esta diferencia, rasgo identificado por Bhabha (1990) como inherente a toda discriminación. Los significantes de “pobreza”, “analfabetismo”, “hambre” y demás han alcanzado una solidez como significados de “subdesarrollo” que parecen imposibles de quebrantar. Tal vez ningún otro factor ha contribuido tanto a consolidar la asociación entre “pobreza” y “subdesarrollo” como el discurso de los economistas. A ellos dedicamos el próximo capítulo.” 26



[1] En África, la declinación del orden colonial y nacimiento del desarrollo.  Cooper (1991), (Murphy y Augelli, 1993).  En Latinoamérica en sus afanes intervencionistas EU  combinó la política del gran garrote hasta la del principio del buen vecino.    .

lunes, 14 de marzo de 2011

La invención del Tercer Mundo Construcción y deconstrucción del desarrollo - Arturo Escobar

Síntesis: Prólogo, Prefacio, Capítulo 1

Por: NADYA GONZÁLEZ ROMERO


En esta obra Escobar  plantea la hipótesis de que el Tercer Mundo más que un fenómeno objetivo, es una invención norteamericana creada después de la segunda guerra mundial para la aplicación de tecnologías de gobierno concretas diseñadas para Latinoamérica, Asia y África.
La apuesta  del libro es hacer circular la idea de que es posible un mundo diferente al que se ha centrado en el mito del desarrollo. Su carácter performativo radica en la  invitación a dirigirse hacia esa meta;  lo primero es confrontar el desarrollo.  El propósito fundamental es desnaturalizar el ‘desarrollo’ al mostrarlo como una experiencia  histórica en la que se ha creado una forma de pensar y actuar i.e. un régimen de representación que involucra tres elementos fundamentales; las formas de conocimiento que lo constituyen (objetos, conceptos y teorías);  un sistema de poder  que regula las prácticas que ocurren en su dominio;  y unas formas de subjetividad que se promueven  discursivamente y que son las que garantizan su existencia y perpetuación. Estos tres ejes constituyen 'el desarrollo' como formación discursiva ‘un ‘aparato eficiente  que relaciona sistemáticamente las formas de conocimiento con las técnicas de poder.'(30) .  

Como era de esperarse desde su posicionamiento posestructuralista, a partir del cual se reconoce la fuerte incidencia de las dinámicas de discurso y poder en la creación de realidad, Escobar fundamenta su  análisis en  los regímenes del discurso y la representación  entendidos como 'lugares de encuentro de los lenguajes del pasado y del futuro,… lenguajes externos  e internos, y lenguajes de sí y de los otros (Rojas, 1994)’. Lo anterior es fundamental porque, en sus palabras:

“Pensar el desarrollo en términos del discurso permite concentrarse en la dominación –como lo hacían, por ejemplo, los primeros análisis marxistas– y, a la vez, explorar más productivamente las condiciones de posibilidad y los efectos más penetrantes del desarrollo. El análisis del discurso crea la posibilidad de “mantenerse desligado de él [discurso del desarrollo], suspendiendo su cercanía, para analizar el contexto teórico y práctico con que ha estado asociado” (Foucault, 1986: 3). Permite individualizar el “desarrollo” como espacio cultural envolvente y a la vez abre la posibilidad de separarnos de él, para percibirlo de otro modo.”(p.23)

Afirma entonces que el desarrollo surge a finales de los años 40 como producto de  un encuentro de regímenes de representación. Estos lugares de encuentro constituyen  el  espacio donde se construye las identidades ‘subdesarrolladas’ al tiempo que se origina, simboliza y maneja la violencia.

“Ver el desarrollo como discurso producido históricamente implica examinar las razones que tuvieron tantos países para comenzar a considerarse subdesarrollados a comienzos de la segunda posguerra, cómo ‘desarrollarse’ se convirtió para ellos en problema fundamental y cómo, por último, se embarcaron en la tarea de ‘des-subdesarrollarse’ sometiendo sus sociedades a intervenciones cada vez más sistemáticas, detalladas y extensas. A medida que los expertos y políticos occidentales comenzaron a ver como problema ciertas condiciones de Asia, África y Latinoamérica –en su mayor parte lo que se percibía como pobreza y atraso– apareció un nuevo campo del pensamiento y de la experiencia llamado desarrollo, todo lo cual desembocó en una estrategia para afrontar aquellos problemas. Creada inicialmente en Estados Unidos y Europa occidental, la estrategia del desarrollo se convirtió al cabo de pocos años en una fuerza poderosa en el propio Tercer Mundo.(23-24)

En esa línea de ideas, Escobar  explicita los fundamentos de lo que él llama  'un orden de conocimiento y discurso' del Tercer Mundo como subdesarrollado, para lo cual se dedica a cartografiar la génesis del desarrollo en el espacio global de las prácticas económicas modernas.  De esta manera  desarrolla lo que él denomina una  'antropología de la modernidad' en el marco de la cual se entiende la   modernidad occidental como fenómeno cultural e histórico específico. Para ello acude a la propuesta de 'antropologizar a Occidente’; en el sentido de Rabinow (1986:241);  mostrar  aquello que le es  exótico en cuanto  a su creación de realidad, enfatizar en la aparente universalidad de ámbitos como la epistemología y la economía, para hacer evidente su peculiaridad como fenómenos históricos y mostrar que sus pretensiones de verdad están ligadas a prácticas sociales que han tomado fuerza en contextos históricos concretos. Estas ideas surgen a partir del análisis de estudios sobre Latinoamérica realizados en la década de los sesenta y comienzos de los setenta, aplicados a los campos del desarrollo rural, la salud,  la nutrición.

Confrontar el desarrollo implica primero deconstruirlo y luego plantear alternativas. Por esto último, se puede afirmar que  Escobar va un paso más allá que los demás trabajos que se han dedicado a articular una crítica discursiva del desarrollo[1]; describe, además,  las formas de resistencia  que emergen  contra las intervenciones del desarrollo y la lucha que éstas entablan por la creación de nuevas formas de ser y hacer. Plantea como alternativas principales la acción colectiva de los movimientos sociales -que pudieran ser actor de despertar de la lucha popular-  y el invento de un lenguaje derivado de culturas híbridas. Todo esto implica un reto inmenso para la antropología, pues en este campo ha habido mucha reticencia a ver el desarrollo como un régimen de poder muy probablemente por la dificultad que implica para los antropólogos reconocer que su campo también se ha constituido en esas dinámicas:

“La antropología, se arguye actualmente, tiene que “volver a entrar” en el mundo real, luego del auge de la crítica textualista de los años ochenta. Para lograrlo, debe volver a historiografiar su propia práctica y reconocer que esta se halla determinada por muchas fuerzas externas al control del etnógrafo. Más aún, debe estar dispuesta a someter a un escrutinio más radical sus nociones más preciadas, como etnografía, ciencia y cultura (Fox, ed., 1991”  (p. 40)


En el Capítulo 2 describe el establecimiento y consolidación del discurso del desarrollo y su aparato desde sus inicios (segunda posguerra) hasta nuestros días.    En el Capítulo 3 expone la  construcción de  la noción de 'subdesarrollo' en las teorías de desarrollo económico de la 2a posguerra. En el Capítulo 4 describe el  funcionamiento del desarrollo en que subyace a las técnicas racionales -planeación, medición, evaluación, conocimientos profesionales, prácticas institucionales-  aplicadas en estudios sobre la desnutrición y el hambre. En el Capítulo 5 explica los regímenes de representación que subyacen a los esquemas sobre mujeres, campesinos y medio ambiente. El  Capítulo final es una invitación  a imaginar un régimen de representación alternativo al desarrollo a través de la invención prácticas alternativas en el contexto de los  actuales movimientos sociales del  Tercer Mundo.

“Se afirmará que más que buscar grandes modelos o estrategias alternativas, lo que se requiere es investigar las representaciones y prácticas alternativas que pudieran existir en escenarios locales concretos, en particular en el marco de la acción colectiva y la movilización política.” (44-45)



[1] James Ferguson sobre el desarrollo en Lesotho (1990);  Sachs, ed. 1992 analiza palabras calve como mercado, planeación ,etc.; Proyecto colectivo análogo con enfoque en sistemas de conocimiento; 'Mujer en desarroll (MYD) etudiado como régimen de represetnaciónpor varias  investigadoras feministas Adele Mueller y Chandra Mohanty;  Antropólogos suecos  que estudian los conceptos de 'desarrollo  y 'modernidad'  en distintyos contextos. (Dahl y Rabo, eds., 1992). Pigg (1992); Rol de las disciplinas convencionales  detnro del discurso del desarrollo  Irene Gendzier (1985)Kathryn Sikkink (1992); Función de la sociología nortemaericana  chileno Pedro Morandé (1984),  Kate Manzo (1991).

Concepción luterana de las profesiones (Síntesis Capítulo III)

Por: MARIBEL FLORIAN

En este capítulo Weber, rastreando la procedencia de la acepción del término profesión como absoluto fin en sí, ilustra algunos problemas de orden metodológico que le sirven para matizar los alcances de sus aseveraciones.

Empieza el autor señalando:

En la palabra alemana profesión (Beruf), como en la inglesa (Calling), hay cuando menos una reminiscencia religiosa: la idea de una misión impuesta por Dios.

Siguiendo la génisis histórica de la palabra, en las distintas lenguas, el autor advierte dos cosas:

1.    Que los pueblos católicos carecen de una expresión coloreada con ese matiz religioso para designar lo que los alemanes llaman Beruf (en el sentido de posición en la vida, de una esfera delimitada de trabajo), hecho que existe en todos los pueblos de mayoría protestante (p.81).

2.    Que la existencia de tal sentido no es debido a una condicionalidad étnica de los respectivos idiomas, sino que en su sentido actual, dicha palabra nació de traducciones de la biblia (p.81).

Continua señalando el autor, es en la traducción luterana de la biblia donde esta acepción del término (beruf) parece haber sido utilizada por vez primera en el sentido actual. Adicionalmente apunta en una nota de pie de página: antes de las traducciones luteranas de la biblia no aparece en ninguno de los idiomas que actualmente la contienen en su actual sentido puramente profano (p.85).

De esta manera el autor constata que no sólo el sentido literal del término es nuevo, sino también la idea, pues, según él, ello fue producto de la reforma. Ni en la antigüedad ni en la edad media se dieron los supuestos para esa estimación del trabajo cotidiano en el mundo que implica esta idea de profesión. Lo absolutamente nuevo era: considerar que el más noble contenido de la propia conducta moral consistía justamente en sentir como un deber el cumplimiento de la tarea profesional en el mundo (p.89).

En consecuencia se engendra el concepto ético religioso de profesión: el sentido sagrado del trabajo.
Así, señala Weber, la ética protestante se diferencia de la ética católica, en el sentido de que la protestante reconoce como modo de vida grato a Dios, no la superación de la moralidad terrena por medio de la ascesis monástica, sino precisamente el cumplimiento en el mundo de los deberes que a cada cual impone la posición que ocupa en la vida, y que por lo mismo se convierte para él en profesión[1].
De esta manera tomó más fuerza la idea de que el cumplimiento en el mundo de los propios deberes es el único medio de agradar a Dios. Esta es una de las aportaciones más importantes de la reforma y de modo especial, de Lutero.
Sin embargo, Weber plantea la siguiente pregunta ¿cómo haya de representarse en concreto el alcance práctico de aquella aportación del protestantismo al capitalismo? (p.93).
Cuestiones de método segundo párrafo pág. 93
p. 93 y 95. Importa señalar que, según el autor, no se puede plantear afinidades íntimas entre Lutero y el espíritu del capitalismo, porque por ejemplo, dice el autor, que Lutero lanzó diatribas contra la usura y el préstamo a interés.  
Incluso Weber señala que la autoridad de la biblia, de la que Lutero se había valido para acuñar la idea de profesión, favorecerá de ahora en adelante interpretaciones de tipo tradicionalista….p. 96. El autor trae a colación un ejemplo, señalando que en el Antiguo testamento se decía: que cada cual atienda a su alimentación y, que los impíos, se preocupen de ganar dinero… todas las intervenciones estaban llenas de esperanzas escatológicas. Ya que todo esperaba la llegada del señor. Razón por la cual, señala Weber, Lutero leyó la biblia con los lentes de su propia mentalidad que era tradicionalista y lo siguió siendo aún más (p.97).
Así, lo propio y específico de la reforma, en contraste con la concepción católica, es haber acentuado el matiz ético y aumentado la prima religiosa concedida al trabajo en el mundo, racionalizado en profesión. Y la evolución del concepto estuvo en intima conexión con el desarrollo de formas distintas de piedad en cada una de las iglesias reformadas (p.96).
De este modo el concepto de profesión mantuvo todavía en Lutero un carácter tradicionalista. Al estudiar la ética religiosa medieval se puede observar que la idea de profesión en el sentido luterano había sido preparada por los místicos medievales. P.100
Veamos que decían los místicos medievales: profesión es aquello que el hombre ha de aceptar porque la providencia se lo envía, algo ante lo que tiene que allanarse; y esta idea determina la consideración del trabajo profesional como misión, como la misión impuesta por dios al hombre, rasgo éste que fue todavía acentuado en la evolución posterior del Luteranismo ortodoxo. Lo único nuevo en el orden ético fue: la desaparición de los específicos deberes ascéticos (superior a los deberes a cumplir en el mundo) y la predicación de la obediencia a la autoridad y el conformarse con la situación asignada a cada cual en la vida (p.101)
En consecuencia el autor señala: como puede verse, la simple idea de profesión en sentido luterano es muy problemático para que lo busquemos, por de pronto, esto es lo único que nos interesa establecer (p.102)
Sin embargo importa señalar que el autor no niega los efectos prácticos que pudo tener en los objetos de su indagación la organización luterana, sino que no se la puede derivar directamente de la posición adoptada por Lutero y su iglesia ante el trabajo profesional. Por eso debemos comenzar por investigar aquellas de sus formas en las que, de modo más claro que en el luteranismo, se perciba la conexión de la conducta práctica en la vida con un punto de partida religioso.
Añade Weber en la página 103 que la obra de Lutero no habría sido duradera sin el calvinismo. Y por ello después, en el capítulo IV, Weber se remite al calvinismo.
No obstante, aclara en la página 105 que cuando al investigar las relaciones entre la antigua ética protestante y la evolución del espíritu capitalista partimos de las creaciones de Calvino, del calvinismo y de las otras sectas puritanas, no pretendemos afirmar que en los fundadores o representantes de estas confesiones se encuentre un despertar de lo que llamamos (espíritu del capitalismo), como finalidad de su trabajo y actividades vitales. Fue el poder de los movimientos religiosos –no sólo él, pero sí de modo dominante―, quien creó las diferencias que hoy vemos (p.105)
Continua señalando: por eso, los efectos de la reforma en el orden de la civilización – por preponderantes que queramos considerarlos desde nuestro punto de vista- eran consecuencias imprevistas y espontaneas del trabajo de los reformadores, derivadas y aun directamente contrarias a lo que estos pensaban y se proponían (p.106)
Entonces, así las cosas, esto sólo se podría ver como la envoltura externa dada por ciertas ideas religiosas a la trama de la evolución de nuestra civilización moderna, a la que innumerables motivos históricos orientaron en un sentido específicamente terrenal y profano.
La pregunta es únicamente, dice Weber, ¿qué contenidos característicos de esta civilización cabria imputar a la influencia de la reforma?
Para ello conviene emanciparse de la idea de explicar la reforma deduciéndola de determinadas transformaciones de orden económico. Para que las nuevas iglesias creadas subsistieran hubieron de cooperar incontables constelaciones históricas, que no sólo no encajan en ninguna ley económica, sino que no se pueden considerar desde puntos de vista económicos, y sobre todo, influyeron hechos puramente políticos[M1] .
106. lo que es menester señalar es si y hasta qué punto han participado influencias religiosas en los matices y la expansión cualitativa de aquel espíritu sobre el mundo, y qué aspectos concretos de la civilización capitalista se deben a ella.
Con esto queda aclarado el modo y la dirección en la que el movimiento religioso actuaba en virtud de dichas afinidades, sobre el desenvolvimiento de la civilización material. Una vez que esto haya quedado en claro, podrá intentarse la apreciación de en qué medida los contenidos de la civilización moderna son imputables a dichos motivos religiosos, y en qué grado lo son a factores de distinta índole.


[1] Según Lutero, es evidente que la vida monástica no solo carece por completo de valor para justificarse ante dios, sino que además es el producto de un desamor egoísta, que tarta de sustraerse al cumplimiento de los deberes que precisa cumplir en el mundo (p. 91 y 92).


 [M1]Este párrafo puede leerse como una crítica a la teoría marxista, que fue uno de los elementos que quedo por debatir en la sesión.